¿Qué es el SPF?
El SPF o factor de protección solar es un número con el que identificamos a los productos que nos protegen de la radiación del sol. El número que sigue a las siglas anteriores es un múltiplo del tiempo en el que estarás protegido sin que tu piel sufra daños o se queme.
Los seres humanos tenemos una capacidad de exposición al sol sin quemarnos de entre 15 y 20 minutos. Es decir, este es el tiempo que podemos estar expuestos a la radiación solar sin problema.
Así, para conocer tu tiempo de exposición segura con un factor de protección concreto, debes multiplicar el número que va detrás de las siglas SPF por 15. Además, cada persona debe tener en cuenta las características de su piel, edad, fototipo y zona de aplicación antes de escoger el apropiado. Tampoco podemos olvidar la escala del índice UV.
¿Qué son los rayos UV?
Los rayos UV son los emitidos por la radiación ultravioleta que proviene del sol y otras fuentes como las camas bronceadoras, luces halógenas, algunos tipos de láser, entre otros.
Este tipo de rayos se divide en 3 tipos:
- UVA: vinculados al envejecimiento prematuro y a la aparición de manchas.
- UVB: generan el bronceado y pueden provocar quemaduras solares.
- UVC: no llegan a la tierra porque son retenidos por la capa de ozono.
¿Cómo funciona el SPF?
El SPF mide cuánta protección frente a los rayos UVB puede generar el producto en tu piel. Conocer el factor de protección de tus productos de dará una referencia de cuánto tiempo puedes estar expuesto al sol de forma directa antes de que piel empiece a quemarse. Para saber la cifra exacta debemos multiplicar el tiempo que puede estar expuesta sin quemarse la piel por el número de factor de protección. Es decir, si tienes un SPF de 50 y tu piel se quema en 10 minutos, multiplicas 50X10, lo que te indicará que puedes estar expuesto durante 8 horas.
Es importante a la hora de elegir productos que contengan factor de protección solar, que éste sea de amplio espectro para que pueda proteger la piel de los rayos UVB y UVA, ya que generalmente solo protegen ante los rayos UVB.
¿Cuánta crema solar necesitas y cuándo tienes que aplicarla?
Por otro lado, es necesario saber cuánta cantidad de protector solar debemos aplicarnos. Según los especialistas en dermatología, basta con un par de milímetros de crema cada dos centímetros cuadrados de piel.
Del mismo modo, hay que saber que debemos aplicarnos la crema una media hora antes de la exposición al sol. El motivo es que, de esta manera, las capas más profundas de la piel absorberán los filtros solares y el efecto de la crema será máximo.
En cuanto salen los primeros rayos de sol, son muchas las personas que pasan muchas horas expuestos para poder lucir un bronceado bonito. No obstante, si no lo haces bien, puede ser bastante peligroso. Por eso, desde Atida te animamos a tomar todas las precauciones necesarias utilizando una crema solar.
¿Cuántos tipos de SPF hay?
A finales de la primavera y durante todo el verano, son miles de personas las que rocían su cuerpo con estas lociones. De esta manera, la dermis estará protegida, cuidada y se evitarán daños severos a corto plazo, como las quemaduras, y también otros que pueden surgir con el tiempo.
Cada persona tiene un capital solar en la piel. Esto quiere decir que todos tenemos un número de horas que podemos estar expuestos al sol durante toda nuestra vida. Y, claro está, poco a poco se va agotando.
Y una vez agotado el capital solar, el daño en el ADN celular es elevado, lo que desencadena una serie de procesos patológicos como cáncer, alergias… ¿Qué factores reducen el capital solar y aumentan la memoria de ese daño celular? Las insolaciones, quemaduras… Por este motivo, utilizar un protector es esencial para reducir en un porcentaje elevado el riesgo para nuestra salud.
El Sun Protection Factor, SPF o factor de protección solar nos va a indicar la resistencia de la piel ante una posible quemadura. Varía en función de la cantidad de filtros y el tipo que tengan. Veamos cuándo puedes utilizar cada uno con varios ejemplos.
SPF 15
Un protector solar de SPF15 nos va a permitir una exposición solar de 225 minutos. Es decir, durante casi 4 horas podrás estar tumbado sin problema, siempre y cuando no sudes o te bañes. En ambos casos, es conveniente reaplicar.
Una de las ventajas más importantes de este bronceador solar es que te ofrece una protección UVA/UVB de amplio espectro. Además, puedes aplicarlo sin temor a que te quede una sensación pegajosa o grasa y no mancha ni las toallas ni la ropa o los bañadores.
En su composición encontrarás que se han incluido ingredientes como la vitamina E para prevenir el envejecimiento prematuro.
SPF 30
Como hemos dicho, conforme aumenta el número que sigue a las siglas SPF, aumenta nuestra protección en los baños de sol. Así, con un SPF 30 como el que incorpora Endocare Day Spf 30 el tiempo de exposición seguro es de 450 minutos. Es decir, unas 7 horas y media, siempre que no te bañes o transpires; en ese caso, debes reaplicar.
Esta emulsión es muy ligera y de absorción rápida. Proporciona un acabado no graso y, además, te ayuda a combatir las líneas de expresión y las arrugas. Ilumina, tensa y aporta firmeza a la piel al tiempo que la hidrata y la regenera. Es apta para todo tipo de pieles.
SPF 50
Al escoger un producto para nuestro baño de sol como Isdin Hydro Lotion Protector Solar SPF50, estamos apostando por un producto revolucionario. La mayor ventaja de este producto de Isdin es que nos puede protegerte hasta 750 minutos, es decir, 12,5 horas, sino que oxigena la piel al tiempo que te protege.
Su formulación oleoacuosa en dos fases te ofrece alta protección UVA/UVB, reenergiza tu piel y la oxigena. La acción hidratante es de secado inmediato y da un toque refrescante. Además, es resistente al agua y respetuosa con el medioambiente, pues es biodegradable.
SPF 50+
Para los que quieren una aplicación muy cómoda, hay otro tipo de protectores solares. Por ejemplo, La Roche Posay Anthelios Spray Invisible Cuerpo SPF50+ te ofrece una alta protección solar. Este SPF bloquea casi el 99 % de la radiación.
Este producto de La Roche Posay está especialmente indicado para las pieles con intolerancia al sol y su aplicación es muy rápida y sencilla gracias al formato en spray. Es resistente al agua, su acabado es invisible, no deja sensación grasa y puede utilizarlo toda la familia. Además, no lleva parabenos.